Jo – 19 – 20
Mis huesos se aferraba a mi piel y mi carne, y sólo se salvo por la piel de mis dientes.
Eclesiastés – 2 11.
Miré yo luego todas las obras que habian hecho mis manos, sino también por el trabajo que yo, trabajando, habia hecho, y he aqui, todo era vanidad y aflicción de espiritu, y sin provecho debajo del sol.
Proverbios – 15 – 3.
Los ojos de Señor están en todo lugar, mirando a los malos ya los buenos.
Lucas – 11 – 23.
El que no está conmigo está contra mi, y el que no recoge conmigo, desparrama.
Romanos – 9 -28.
Para él terminará la obra y la acortará en justicia será, porque el Señor hará brevemente el trabajo en la tierra.
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